Un movimiento inusual se estaba produciendo en el Aeroparque de la ciudad de Buenos Aires.
La misma tenía básicamente dos campos aéreos, Ministro Pistarini, en la localidad de Ezeiza, donde operaban los vuelos internacionales, y Aeroparque en pleno centro de la ciudad, recostado sobre el Río de la Plata, desde donde operaban los vuelos de cabotaje, el puente con Uruguay y los hangares de jets ejecutivos.
La densa capa de humo que tapaba la ciudad había producido distintos trastornos a la operatividad del mismo.
Sin embargo, en uno de esos hangares, la tripulación estaba lista para el despegue, esperando a ese personaje muy especial que debía ser transportado, sin destino conocido por ellos, hasta el momento, con suma urgencia.
El capitán Fabio, veterano de los cielos, estaba ansioso por partir.
El viaje sería largo, la orden de llenar los tanques había sido impartida.
Sunday, April 20, 2008
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